martes, 16 de noviembre de 2010

Si a un chino le tocase la lotería, montaría una empresa


“Si ganasen la lotería, los chinos montarían una empresa, mientras los europeos se comprarían una casa”. Éste es el título de un reciente artículo publicado por El Mundo que me mandó mi amigo Antonio. Hace referencia a un sondeo de Gallup:
http://www.elmundo.es/mundodinero/2010/11/12/economia/1289572920.html

No en vano en China ya hay 85 millones de empresas, respecto a los 25 millones en EE.UU. y entorno al 1.5 millón en España. En términos porcentuales - comparados con el total de habitantes - China y EE.UU. tienen el doble de empresas que España.



Las reservas de hoteles y vuelos por China las estoy haciendo con http://www.ctrip.com/, una agencia de viajes online especializada en este país. A mi me ha funcionado muy bien.

Fundada hace diez años, hoy día no sólo cotiza en el Nasdaq con una capitalización bursátil cercana a los $5.000 millones (Expedia, el líder americano, está en los $7.000 millones), sino que se ha convertido en una de las empresas de referencia en China.

Nanpeng Shen, uno de sus co-fundadores, lejos de retirarse se unió a Sequoia Capital – uno de los fondos de venture capital más conocidos de Sillicon Valley (inversor en Apple, Oracle, Cisco, Google, YouTube) – para montar un fondo enfocado a China.




Otro de los ejemplos podría ser el de Li Ning (“Live for a dream”). El otro día comentábamos su éxito. A estas alturas, me imagino que ya habréis visto esta foto: Zapatero haciendo footing con Cameron. La camiseta roja es de Li Ning. Su crecimiento en ventas en los últimos 6 años ha sido >30% anual. No está mal para una empresa textil. Nike ha crecido al +9%.



No es chino, pero me llama tanto la atención ¡Quién lo iba a decir! En China, que no tenían ni idea de lo que era el café, y va …y Starbucks, una cadena que vende el café a más de 3 euros, está arrasando. Ya tiene 800 cafeterías, y acaban de elegir China, como su país prioritario para realizar la próxima expansión.



Ya estoy por Beijing. Hoy he visitado la Ciudad Prohibida – donde vivía el emperador – y la famosa plaza de Tiananmen.

Por China, todavía andan muy verdes en idiomas. En el hotel que estoy – en una zona muy turística, junto a la Ciudad Prohibida – simplemente chapurrean algo de inglés. Todos van muy justitos para tener una conversación. De momento. En unos años, esto habrá cambiado radicalmente.




De camino a la plaza de Tiananmen, se ha puesto ha hablar conmigo un señor mayor: Fong. Según he entendido, un profesor de caligrafía. Me ha dejado sorprendido cuando de la bolsa de plástico ha sacado un libro para aprender inglés ¡Menuda actitud tan buena!

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