sábado, 30 de octubre de 2010

Calamares, pizza y buñuelos

Visita a Lantau, una isla cercana a Hong Kong. Después de hacer el tick turístico y coger el funicular, hemos ido a un pueblecito de pescadores.

El menú de Marc. Aquí repasamos la típica comida de este pueblecito. El menú ha sido de 3 platos comprados en diferentes tiendas/puestos de la calle: (1) calamares a la brasa, (2) pizza china y (3) buñuelos. Todo por HK$45 (€4.5). Barato, pero aún así precio de turista. El precio para un local probablemente habría sido unos €1.5.

El blog evoluciona e incluye un video con la preparación de cada uno de estos 3 platos. Prometo no estar mascando chicle en los próximos. Sorry. Nos lo hemos pasado bomba!


"Hasta que no dijimos que nos hospedábamos en el Mandarin, no nos tomaron en serio” J. Perkowski

Jack Perkowski cuenta, en su libro Managing the Dragon, que cuando decidió dejar el banco de inversión Paine Webber y venirse a China, empezó reuniéndose con banqueros, consultores y grupos familiares.

Sin embargo, fue cuando dijeron que se hospedaban en el hotel Mandarin Oriental, cuando esta gente les empezó a tomar en serio. En Hong Kong, las cosas importantes suceden en el Mandarin.

Primera reunión con un fondo de capital riesgo en Hong Kong. Me ha hecho gracia porque justo me han citado para comer en el Mandarin Oriental. Un hotel en el que todavía se respira un cierto aire colonial. Una fusión de ambientes, entre el conservadurismo de la City de Londres y China. Donde el estilo anglosajón sigue vigente en el vestir (traje oscuro, camisa blanca y nada de zapatos marrones) y la cultura asiática está impregnada en la decoración, en los menús de la comida, en los trajes de los camareros.

Sin duda, la atención del servicio asiático es suprema. Siempre atentos, siempre amables. Por esos tienen tan buena fama cadenas top como Mandarin (que acaba de abrir en BCN de mano de la familia andorrana Reig), Shangri-La y Península.

Cuando preguntas a los banqueros y asesores occidentales sobre las oportunidades en Asia siempre te hablan de todos los países menos China. Curioso. Por ejemplo, ICG tiene presencia prácticamente en toda Asia, pero la mayor parte de sus inversiones están en Australia.

Hoy ha sido diferente. En la reunión que era con un “local” (un chino), sólo hemos hablado de China. Da la sensación que realmente las buenas oportunidades se quedan en un círculo muy cerrado, muy local. Se las llevan las influyentes familias y grupos industriales chinos. Y por otro lado, las oportunidades menos buenas son las que salen a los inversores extranjeros; las que ve todo el mundo.

Decir “mi fondo invierte en China” es demasiado genérico. No te puedes comer un elefante entero. Te empachas. Hay que tener una estrategia definida: “vamos a centrarnos en la pata derecha”.

Necesariamente tienes que tener un ángulo singular y específico para invertir con éxito en China. Si no – probablemente – pierdas hasta la camisa, como le pasó al fondo de capital riesgo del libro de Mr. China. Invirtieron $500 millones de forma genérica y los perdieron en su totalidad.

Sólo tras un buen rato hablando de temas genéricos y haberle contado varias ideas, la conversación entró en un nivel más concreto. La importancia de las relaciones personales, conocerse desde hace tiempo; vamos el ángulo personal tiene una importancia básica, si cabe más, que en otras culturas.

Dos reglas de oro para China: “everything is possible” y “nothing is easy”.


Supimos lo que comimos, no lo que pagamos

Tras unas horas por HK hemos puesto rumbo a Macao, que está a tan sólo una hora en ferry. Si alguna vez lo pillas, coge el directo a Macao. No el que va a Taipa-Macao, porque luego te tocará 15 minutos más de taxi.

Según dicen, Macao es Las Vegas de Asia. Y según lo que he visto, si puedes elegir – no lo dudes – vete a Las Vegas!

Antigua colonia portuguesa, hoy una extensión de China. De los portugueses apenas queda más que el nombre de las calles y algunos monumentos históricos. Lo que da un cierto aire nostálgico. Enseguida borrado por los colosales edificios de los casinos. En el pasado quedó el vuelo diario Lisboa – Macao y las ganas de Marc por practicar su portugués brasileiro.

Dos islas: Hong-Kong y Macao. Dos ex-colonias: inglesa y portuguesa. Dos evoluciones diferentes: una más comercial y financiera, otra enfocada al juego. Ambas con unos pib per cápita muy elevados: HK $43.000, Macado $58.000 versus China $1.600 y España $32.000.

A pesar de ello, hay fuertes contrastes, generados por el gran crecimiento económico. Por un lado, los casinos; con sus tiendas de lujo, sus Bentley en las puertas, sus cuidados jardines. Por otro, no deja de haber bolsas de pobreza. Por ejemplo, no fuimos al mejor hotel, pero si a uno bueno (4 estrellas) y situado en el centro. La foto de arriba a la derecha es lo que veíamos desde la habitación.

Seguro que os lo estáis preguntando: ¿ganasteis o perdisteis en el casino? Al final nos jugamos 20 dólares (es decir, 2 euros), y realmente, ni nos enteramos como iba la máquina china. ¡Cómo para ponerte a jugar contra los chinos! Si en España, uno te limpia la tragaperra de bar.

Tras una investigación rápida, elegimos el buffet del casino MGM. ¡Espectacular! Los restaurantes de los casinos suelen ser baratos para atraer público. El MGM no nos defraudó. Barra libre de sushi. Ya os imagináis el sushi de aquí: (a) multitud de variedades de pescado, (b) te ponen varios trozos como si nada, (c) los trozos son bien gruesos y (d) hay diferentes variedades del mismo pescado. Por ejemplo, de atún había 4: básico, fatty con tendones, fatty sin tendones y la ventresca (toro tuna).

De momento, estamos tirando bastante a base de sushi. Todavía no nos hemos metido de lleno en la comida china, y reconocemos, que estamos empezando a ver con mejores ojos el binomio Starbucks & McDonalds. En la memoria, queda el arroz a banda con la familia el último domingo antes de venir.

A pesar de ser estados asociados a China, tienes que pasar la burocracia aduanera tanto en Hong Kong, como en Macao. Al pasaporte de Marc ya no le caben más sellos y las hojas se le han soltado. Algo que no le gustó nada al policía y le retuvo una hora, hasta que Marc le pudo convencer que no era un pasaporte falsificado.

A pesar del desastre de coartada que dimos: Marc les dijo que venía solo por trabajo, y yo, les dije que venía con un amigo y de placer. Al final lo solucionamos. Le cancelaron su pasaporte, pero le dieron un permiso especial para 7 días.

Mientras todo sucedía, estuve charlando con el otro policía. Muy animado aprovechaba para contarme sus aventuras por Barcelona y las ganas que tenía que ir a correr algún día en los San Fermines. Poco más o menos, esto es lo que conocen por aquí de nosotros.

Reflexión laboral: el policía me dijo que trabajaba 48 horas/semana, pero que lo normal en Hong-Kong era 54 horas. En España, 40 horas/semana.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Le dije a la azafata del carrito de bebidas “hola” …y me sirvió un refresco de “cola”!

Ya me he dado cuenta que la comunicación va a ser un challenge.

Con el buen sabor de boca de ver ganar a los colchoneros en el Madrigal, llegó el día. ¡Grade Villarreal (50.000 habitantes) ganando a los de la capital! Gracias a mis tíos Joaquín y Mª Dolores por dejarnos los pases que nos permitieron verlo en directo a Rita y a mi.

Ya sabéis que en el Madrigal pedir una Coca-cola es de guiri. Els del poble sempre demanem un suc de taronga. El presi de ICG siempre me miraba con cara rara cuando me tomaba uno de postre en las comidas de trabajo. Sí, el zumo de naranja no sólo se toma en el desayuno. Como dicen los veteranos del lugar, hi ha que fer gasto de lo nostre!

¡Salimos para China! Me acompaña una maleta grande para facturar (poco más de €100 en la tienda Caracol de Valencia, http://11870.com/pro/caracol), y como buen mochilero, una mochila.

Tecnológicamente voy sponsorizado por Apple. El MacBook Air está dando muy buen resultado. Pesa muy poco, es muy estable, y como todos los Mac, no tiene virus. En el portátil llevo montada la oficina y descargado el Skype. Gran invento para hablar por teléfono gratuitamente. Ya está probado con Rita.

Con el iPhone4 espero imitar a mi primo Daniel y rebertarlo haciendo fotos!

La temporada de ferias en HK acaba de terminar, así que el avión sólo va medio lleno. Los más listos se han cogido los asientos del centro. Filas de cuatro asientos seguidos en los que te puedes tumbar. Pasaje de mayoría de chinos.

En la maleta llevo algunos libros de lectura, tematizados en China:

  1. Managing the Dragon, un veterano banquero de Wall St (20 años de experiencia en PaineWebber) que se fue a China y ha montado una empresa industrial que ya ha alcanzado los $500 millones de facturación.
  2. Chinamerica, sobre las relaciones entre China – EEUU. Espero que sea tres veces más bueno que el anterior, porque me costó 3 veces más! ($28).
  3. Yu Hua ¡Vivir!, la voz más profunda de la China actual. Regalo de mi madre que siempre está en todo!
  4. El siglo de China, de uno de nuestros clásicos economistas: Ramón Tamames. Gracias Antonio por dejarme el libro ¡cuánta profundidad cultural tienes!

Y por casa me he dejado leído Mr. China, un clásico. Muy bueno. Narra la historia de otro banquero de Wall St. que montó un fondo de capital riesgo en China: huge rise and huge fall

Además, llevo una colección de broker reports de bancos y consultoras sobre China y varios folletos turísticos que me dieron en la Oficina de Turismo china (www.turismodechina.org) y en el ICEX (www.icex.es). Si alguien os pregunta que es la burocracia, que vaya al ICEX. De todos los que habían por allí, sólo había dos personas que me podían informar sobre las guías de información; una estaba de baja y la otra desayunando. Pregunté cuanto tardaría, y me respondieron: “mejor vuelve mañana”.

Air China tiene vuelo directo: Madrid – Beijing. No hacer escalas intermedias tiene un gran valor. Económicamente no encontré nada mejor. Vuelo transoceánico + dos vuelos domésticos por menos de €1.000; cogidos con poco más de un mes de antelación. Aviones amplios y nuevos. Se nota que el Gobierno chino invierte en ellos para dar una buena imagen del país. Igual que las líneas árabes.

Reflexión histórica. Décadas atrás las exportaciones españolas eran fundamentalmente a Europa, ahora son globales. Mis abuelos se iban a Paris, yo voy a Hong-Kong. Muchos más kilómetros, pero paradójicamente mismas horas. El trayecto en tren a Francia duraba tanto, como el vuelo a China.

En HK me espera el “explorador” (mi buen amigo Marc), un veterano del import business con China, y por ello, gran experto de la zona.

¡Ni-hao Hong Kong!