Además, la salud de Kin Jong-il, el líder norcoreano es débil. El año pasado tuvo una recaída, y desde entonces, tiene no siente en medio cuerpo. Su hijo, de tan sólo 23 años, parece complicado que pueda asumir el control del país.
Ayer domingo cambiamos la paella por la barbacoa coreana. Como el explorador coreano, había pasado su temporada por EE.UU., eso de sentarse en el suelo y descalzarse para comer, ya no le convencía. Así que comimos en una mesa “occidental”. Menos mal.
Como curiosidad, acabamos la comida con unos noodles fríos, bañados en hielo. La tradición dice que ayudan a rebajar la barbacoa.
La alimentación en Corea del Sur es bastante sana. De hecho, cuando hubo la gripe aviar, el país menos afectado de todos fue Corea del Sur. Gracias a su alimentación y a esta col. Gracias, Toni también por la sugerencia de foto de las dos coreas de noche.
Como en todo sitio turístico que se precie, tiene que haber un cambio de guardia. Este es el cambio de guardia en el palacio del emperador.
Varias veces en la historia, a los coreanos les han invadido sus “vecinos mayores”, tanto los japoneses como los chinos. Y de esto, no hace tanto tiempo. Justo antes de la II guerra mundial, Japón invadió Corea y eliminó la enseñanza del coreano en las escuelas.
Corea del Sur es uno de los países que más se está beneficiando del crecimiento chino. Corea tiene una situación estratégica entre estas dos grandes potencias, y con el tiempo, ha aprendido a “jugar” contra ellas. Por ejemplo, mientras la mayor parte de países tienen déficits comerciales con China, Corea del Sur exporta casi 3 veces lo que importa de China. Os recuerdo, que España importa casi 10 veces más de China, de lo que exporta.
Mientras Corea del Sur les exporta una gran cantidad de productos de valor añadido (bienes automoción, naval, electrónica, tecnología), de China importa productos agroalimentarios.
Gran parte del éxito de las exportaciones reside en un grupo de grandes conglomerados industriales (LG, Hyundai, Samsung, SK Telecom). Según me cuentan, representan casi el 50% del PIB. Y los 30 conglomerados más grandes, representan entorno al 70% del PIB. Un riesgo de concentración significativo.
¡Ya nadie compra la tv Sony, compran Samsung!
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