sábado, 30 de octubre de 2010

Supimos lo que comimos, no lo que pagamos

Tras unas horas por HK hemos puesto rumbo a Macao, que está a tan sólo una hora en ferry. Si alguna vez lo pillas, coge el directo a Macao. No el que va a Taipa-Macao, porque luego te tocará 15 minutos más de taxi.

Según dicen, Macao es Las Vegas de Asia. Y según lo que he visto, si puedes elegir – no lo dudes – vete a Las Vegas!

Antigua colonia portuguesa, hoy una extensión de China. De los portugueses apenas queda más que el nombre de las calles y algunos monumentos históricos. Lo que da un cierto aire nostálgico. Enseguida borrado por los colosales edificios de los casinos. En el pasado quedó el vuelo diario Lisboa – Macao y las ganas de Marc por practicar su portugués brasileiro.

Dos islas: Hong-Kong y Macao. Dos ex-colonias: inglesa y portuguesa. Dos evoluciones diferentes: una más comercial y financiera, otra enfocada al juego. Ambas con unos pib per cápita muy elevados: HK $43.000, Macado $58.000 versus China $1.600 y España $32.000.

A pesar de ello, hay fuertes contrastes, generados por el gran crecimiento económico. Por un lado, los casinos; con sus tiendas de lujo, sus Bentley en las puertas, sus cuidados jardines. Por otro, no deja de haber bolsas de pobreza. Por ejemplo, no fuimos al mejor hotel, pero si a uno bueno (4 estrellas) y situado en el centro. La foto de arriba a la derecha es lo que veíamos desde la habitación.

Seguro que os lo estáis preguntando: ¿ganasteis o perdisteis en el casino? Al final nos jugamos 20 dólares (es decir, 2 euros), y realmente, ni nos enteramos como iba la máquina china. ¡Cómo para ponerte a jugar contra los chinos! Si en España, uno te limpia la tragaperra de bar.

Tras una investigación rápida, elegimos el buffet del casino MGM. ¡Espectacular! Los restaurantes de los casinos suelen ser baratos para atraer público. El MGM no nos defraudó. Barra libre de sushi. Ya os imagináis el sushi de aquí: (a) multitud de variedades de pescado, (b) te ponen varios trozos como si nada, (c) los trozos son bien gruesos y (d) hay diferentes variedades del mismo pescado. Por ejemplo, de atún había 4: básico, fatty con tendones, fatty sin tendones y la ventresca (toro tuna).

De momento, estamos tirando bastante a base de sushi. Todavía no nos hemos metido de lleno en la comida china, y reconocemos, que estamos empezando a ver con mejores ojos el binomio Starbucks & McDonalds. En la memoria, queda el arroz a banda con la familia el último domingo antes de venir.

A pesar de ser estados asociados a China, tienes que pasar la burocracia aduanera tanto en Hong Kong, como en Macao. Al pasaporte de Marc ya no le caben más sellos y las hojas se le han soltado. Algo que no le gustó nada al policía y le retuvo una hora, hasta que Marc le pudo convencer que no era un pasaporte falsificado.

A pesar del desastre de coartada que dimos: Marc les dijo que venía solo por trabajo, y yo, les dije que venía con un amigo y de placer. Al final lo solucionamos. Le cancelaron su pasaporte, pero le dieron un permiso especial para 7 días.

Mientras todo sucedía, estuve charlando con el otro policía. Muy animado aprovechaba para contarme sus aventuras por Barcelona y las ganas que tenía que ir a correr algún día en los San Fermines. Poco más o menos, esto es lo que conocen por aquí de nosotros.

Reflexión laboral: el policía me dijo que trabajaba 48 horas/semana, pero que lo normal en Hong-Kong era 54 horas. En España, 40 horas/semana.

1 comentario:

  1. Quique, estamos leyendo tu tia, tu abuela y yo el magnifico post del blog. Somo seguidores curiosos de tu aventura. Y no nos perdemos detalle de todo lo que tu estas viendo.

    Dedicatorias personalizadas:

    Tia: "Me parece por de pronto curiosa la aventura y cualquier detalle me resulta mi importante para mi próxima experiencia. Si puedo no ire a Macao."

    Abuela: "Pones en realidad lo de los libros que hemos leído. Ahora, visto como tu lo dices, es sorprendente."

    Daniel: "Hay que ver que par de fans tuyas tengo a mi lado."

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